sábado, 20 de octubre de 2012

Quieren Dinero...quieren Poder.

"Y ya está corrido el telón.
La fiesta sigue su curso.
Mi largo y triste discurso
es parte de la función.
Les doy la continuación
porqu´ eso es lo prometido,
despéjense los sentidos
para seguir adelante.
Empieza lo delirante
del cuento que les describo."

Este fragmento de una décima de la folklorista chilena Violeta Parra, es la introducción perfecta para describir uno de los procesos más ridículos que vive la sociedad cada cierto tiempo: elección de autoridades. Ya sea a nivel país o en espacios muchos más reducidos, como una universidad o una junta vecinal, todos en algún momento tenemos que aguantar que un grupo de personas se acerquen con cara de amigos a ofrecerte las mil maravillas del mundo a cambio de una raya en la papeleta de sufragio. 
Un aspecto novedoso, es que sin importar el escenario en que se den las elecciones, las situaciones que durante éstas acontecen, son muy similares unas con otras. En esta columna, me centraré en el proceso eleccionario de mi facultad, específicamente la elección del Centro de Estudiantes de Ingeniería Comercial, CEIC.
El espectro de estudiantes de la carrera está dividido casi en un 50 y 50 entre simpatizantes de derecha y de izquierda, esto quedó demostrado en la elección del año 2010 (el año 2011 se enfrentaron dos listas de izquierda), cuando la lista de derecha, del grupo político PIT, ganó por tan sólo 17 votos la elección. Durante este año, el grupo PACE no ha estado a la altura de las expectativas, en lo que su gestión del CEIC se esperaba, más aún recordando la enciclopedia de propuestas y tareas que tenían para llevar a cabo como centro de estudiantes. A pesar de la despreocupación del CEIC y de gran parte del alumnado este año, en lo que a organización y concientización sobre las problemáticas internas y externas respecta, fue claro el reflorecer de diversas "asambleas abiertas" preocupadas del bienestar de la comunidad universitaria, que creían era necesaria la organización de todos los estudiantes, con el único fin de alcanzar el desarrollo conjunto. No hay que tener dos dedos de frente, para darse cuenta que realmente, estas desinteresadas asambleas  no son más que un disfraz de los "mismos de siempre" para organizar un proyecto lo suficientemente consistente que los lleve al poder.
En mi caso, decidí participar en una de estas famosas asambleas abiertas, porque tengo claras intenciones de trabajar en algún departamento social el próximo año. Para no perjudicar a nadie, optaré por no mencionar a cuál asamblea fui, pero es evidente que no corresponde a la del grupo de derecha, ya que el concepto de social que tienen los gremialistas y CDU en la facultad, no es el mismo concepto con el que me identifico yo. La hora y media que estuve sentado escuchando, noté que, si bien gran parte de lo dicho por cada uno de los participantes me hacía mucho sentido y era de mi agrado, era lo mismo, que ese mismo grupo de personas, decía en cada una de las reuniones, asambleas o consejos que se hacen en la facultad. Cabe destacar que me habían invitado de otras dos asambleas y opté por asistir a esta, ya que tenía la esperanza de que fuese la que terminara por construir el proyecto más completo y en la que pudiera encontrar un espacio para desarrollar mis proyectos. 
Ahora, es necesario hacerme esta pregunta: Si no creo realmente en ninguno de los proyectos presentados ¿Será correcto, de igual forma, presentarme y participar en alguno?. Por un lado, creo que es bastante poco consecuente ser parte de un grupo en el que no crees o no del que estás lo suficientemente convencido, pero por otra parte, si no es ahora, ¿De qué otra forma podré tener la oportunidad de trabajar por una mejor facultad?


Termino con una canción ad hoc para el tema de hoy. 
Los Prisionero - Quieren Dinero.





Danyel2m